La posibilidad de recuperar para la historia y a la vez de imaginar y crear otro mundo desde la perspectiva de la diferencia es uno de los aportes fundamentales del feminismo, y la transformación de las representaciones culturales por medio de los discursos de la imagen y la palabra sigue siendo un vehículo poderoso para proponer dinámicas de poder e identidad alternas a partir de este enfoque. Sin embargo, con frecuencia en la actualidad se privilegian otras perspectivas de género en los estudios de arte –estudios queer, trans, nuevas masculinidades, entre otros, perspectivas que surgieron en buena medida como consecuencia de los procesos y planteamientos propuestos por el feminismo– sin reconocer la importancia no sólo histórica sino actual de las teorías y prácticas feministas para los estudios del arte. Los números 9 y 10 de Nierika. Revista de Estudios de Arte buscaron, por lo tanto –desde su planteamiento inicial– profundizar en los aportes de los diversos feminismos a la práctica, el análisis y el estudio del arte, así como en las visiones que ofrecen y los retos que enfrentan a futuro, incluyendo sus vínculos y debates con otras teorizaciones o prácticas de análisis desde una perspectiva de género.