El patrimonio cultural, tangible e intangible, es la memoria evocativa que entrelaza el pasado, presente y futuro. Identidad, tiempo y vestigios se conjugan en el contexto de la hipermodernidad, donde el patrimonio está contenido entre las tensiones socioeconómicas que lo confrontan, lo transforman y lo revitalizan. Los “bienes culturales” son una selección subjetiva y simbólica de sucesos históricos del pasado, que son adaptados, reconstruidos o reinventados desde y para nuestro presente. Es a partir de esta historia-memoria nacional edificada, como se puede delinear —a manera de boceto— la explosión de las identidades multiétnicas y multiculturales. El patrimonio inmaterial manifiesto en México potencia una constante creativa en el mestizaje de ritos y festividades, en el sincretismo religioso, en la fusión gastronómica, en las lenguas originarias y en la variedad de ritmos musicales, donde se hacen visibles prácticas performativas que representan una serie de códigos aprendidos y compartidos. Nierika, Revista de Estudios de Arte, dedica este número al tema, Re-visiones críticas: cultura, riesgo y patrimonio, donde se aborda la riqueza patrimonial desde tópicos diferentes como la Diplomacia y la cultura mexicana.